27.9.06

Pena


Na po', tengo pena. Harta maldita pena. Son la 1 a.m y vengo llegando recién a casa. Todo el día me contuve esta pena. Todo el día me hice la fuerte, me mantuve estoica para que la gente que necesitaba mi apoyo no viera que me estaba desmoronando por dentro y cayera conmigo. No soporto ver sufrir a la gente que quiero. No soporto la idea de que la gente que quiero se me vaya tampoco. A estas personas las adoro con el alma. En este caso, las horas llegaron a su tiempo y no arrebataron nada en construcción. Por esa parte -y aunque suene frío-, debo decir que estoy tranquila. En todo caso, no me deja de sorprender la frialdad del negocio de la muerte. Llegar, llenar un certificado, estirar las manos para que te den las lucas, despedirte de sonrisa y con un "Hasta luego". Cara de raja no más. Como queriendo decir: "Nos vemos pronto, ojalá se les muera alguién más".
Que mierda de situación ver a las personas llorar y no poder hacerlo uno.




Compañerita, por la rechucha usted sabe que cuenta conmigo. Claro, a mi estilo que es un poco especial, pero no dude de llamar si necesita algo por la recresta.
vamos y nos vemos  


Llegué a tu blog recién, por casualidad, y sé que has perdido a alguien. No sé a quién, ni tampoco te preguntaré. Tampoco te diré palabras que pueden sonar a "de más". Sólo te mando un abrazo fraterno desde lo más recóndito de mi alma, no en busca de nada más que de acompañar tu dolor y de desearte que salgas adelante.

Saludos.  


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