¿Y que dijo el otro?

Hay cosas que uno las sueña con lejanía, cosas que parecieran encontrarse en el estante de lo imposible, del "algún día".
Jamás paso por mi cabeza, aquella mañana soleada de 1986 en Santa Laura, que iba a cometer tantas locuras por esa camiseta con una franja azul. Pese a que siempe tuve una inclinación a lo futbolistico (jugaba con muñecas y fútbol con niños...muchas veces mis muñecas jugaban a la pelota jajajaja) la pasión que despierta este sentimiento que se llama Universidad Católica no tiene parangones.

Varios podrán pensar que estoy loca, que esta locura no tiene razón de ser y que la vida tiene otras prioridades; que soy una persona poco seria, desenfocada, enferma...La verdad es que poco y nada me importan los comentarios, poco y nada me importan las opiniones: Catolica es una de las cosas mas grandes que me ha dado la vida y no hay más.

La Sudamericana ha sido desde un principio extraña...algo se respiraba en el ambiente. El equipo jugó con una eficacia y con una soltura que en los campeonatos anteriores le faltó, toda se daba a pedir de boca: eliminabamos a la u sacandole literalmente la mierda en el primer partido -lo cual en un clásico te deja un sabor más que dulce-, después los gringos que se complicó más de la cuenta, pero ahí la UC y su gente reaccionó de una manera notable para dar vuelta el resultado y clasificar; de ahi el Fluminense...me acuerdo que le dije a una amiga mía "quiero ir, se que nos va a ir bien, se que vamos a pasar esta llave", a lo que ella, en una premonición de lo que vendría, me dice: "y para que te urges tanto, si sabes que vamos a pasar, anda a la semifinal de ida entonces". Y así fue.

Cuando Boca le ganó a Internacional de Porto Alegre -en una arrugada de los brasileños como pocas veces vista- fije mi vista en la Tv, fije mi vista en Palermo y en la 12, -la mítica hinchada de los xenenzes- y en todos los mitos que circulan alrededor de uno de los equipos mas poderosos del mundo: el Club Atletico Boca Juniors. "Quiero estar ahí", fue lo primero que se me vino a la cabeza.

Mi mamá que estaba haciendo una factura y viendo el partido conmigo, se dió cuenta de mi reacción extraña, pero curiosamente no me dijo nada. ¿Por qué curioso? Porque siempre que Católica juega afuera me pregunta si voy a ir y me da 12837294827394 razones de lo peligroso que puede ser allá... pasó la noche y la almohada ya habia decidido algo que esta escrito: como sea, iba a Argentina.

La venta frenética de cosas no se hizo esperar: reduje considerablemente mi colección de camisetas y otros artículos, pero ¡¡HORROR!!: el partido de ida era el día 23 ó 24... y Pearl jam tocaba en chile el 22. SAlió la opción de irse en avión, pero los cambios de fecha del recital en cuestión -tanto en Argentina como en Chile- hicieron peligrar que el partido fuese en SAlta....

Una vez con la plata, llegue donde mi vieja: "Mamá me voy a Bs Aires, al partido de la UC". Me quedé esperando el "cabra de mierda irresponsable", pero nunca llegó...al contrario me felicitó, me dijo que paseara harto y que me lo merecía por todo lo "particular" que ha sido este año. Excelente, por primera vez en la vida sentí que las cosas se me estaban dando.

La idea era irnos en avión, pero cuando llegamos a reservar no encontramos pasajes. Todo se nos iba al suelo!! Alfredo, Sergio y yo, caminábamos desolados por Providencia, en busca de alguna respuesta a nuestra mala pata. Fue tanta la desesperación por ir que pensamos irnos con la barra (que no era mala opción, pero no era exactamente lo que queriamos), hasta que nos acordamos de un papel que nos habían entregado en el Nacional (partido con la u que ganamos 2-1), donde ofrecia un viaje en bus, con 2 noches en Bs Aires por un costo accesible. Llamamos, fuimos y nos anotamos, estabamos listos.
Asi empezó el viaje de la ilusión.