7.9.05

Travesía a Temuco, 1° parte: "La historia del "Sandía".


Era verano y empezaba el campeonato con dos partidos en el sur: Pto. Montt y Temuco. La idea original, con Mr. Morgan, era realizar un tour por el sur y asistir a los 2 partidos; el alto costo del pasaje a Pto Montt hizo que decidieramos ir a Temuco. La partida esta sellada para el 1° de Febrero en la noche.

Ese primer día del mes en el que estoy de cumpleaños, alrededor de las 21:00, un grupo de desconocidos, todos cruzados, se juntaron en el terminal para viajar a alentar a la =UC=. Después de mucho regatear, conseguimos irnos a Conce por 6 lukas. (Desde Conce tomaríamos un bus, hariamos dedo o en una de esas nos íbamos con los Katonce, hacia el destino final: Temuco).
Antes de subirnos al bus, pasamos a la botillería amiga que nunca falta, a comprar provisiones de vital importancia para el viaje (que venian en caja y era del color de la camiseta de Venezuela) y de paso refrescar la garganta con una cervecita antes de partir...
Subiendo a bus, gritamos un CEATOLEI de esos que te ponen la piel de gallina...y ya en el viaje, puro dando jugo. Entre la conversación, el bebestible y las idas al baño para fumarse un cigarro, teníamos la cagá. Una vieja desesperada nos gritaba "¡Animales, esto no es un circo!", a lo que nosotros respondíamos con más cantícos a la Cato y un montón de CEATOLEÏS, fue muy chistoso.
En Angostura, antes de llegar a Rancagua, todo el liquido alcoholizado se había terminado...no quedaba niuna sola gota y eso que era harto.

Paramos en una parte perdidad de la carretera, cercana a Curicó, en esos típicos locales de mala muerte... Cuento corto: un personaje viajero, muy buena onda, me dice "acompañame a comprar algo"... fuí y camino al lugarcillo que vendía desde verduras a chocolates, me dice "me voy a robar un melón". "Nooo, te van a pillar, robate algo mas chico", le respondí.
(Nota mental: nótese la aprobación al hecho delictivo, e incluso la recomendación de la protagonista de este Blog para que no pillen al imputado).
El asunto es que este personaje, no haya nada mejor que tomar un sandía en sus brazos y salir caminando...así, cara de raja. La situación fue embarazosamente divertida, porque es demasiado notorio que te falte una sandía....

La "pequeña" fruta fue escondida en el bus, debajo del asiento... (gran lugar .. jajajaja); hasta que el cuidador, un viejito con más años que Matusalém y que hasta ese instante su pega era vigilar que se cumpliera lo que rezaba un cartelucho, ubicado en las afueras e igual de ordinario que el local : "Prohibido orinar" . Si, el viejito, con una linterna, que iluminaba menos que una luciérnaga tuerta y que asustaba menos que un puddle toy, se preocupaba de observar y perseguir a todos los chicos que querían vaciar su vejiga en el exterior del local... de esta forma se aseguraban que tuvieran que pagar los $100 que costaba el baño.,
Se sube el viejito, con más arrugas que las que tendría Sarita Vasquez si se le rompiera el elástico que le sujeta su horripilante cara (y quizá que otras cosas más... arggggghhh que asco!!!!!), en una postura abosultamente confrontacional y violenta: "Donde está la sandía, voy a llamar a los pacos", dijo. Obviamente nadie lo tomó en serio, asi que subió la dueña del local, ya no en una postura confrontacional, si no más bien amistosa: "Ya pos chiquillos devuelvan la sandía, sino van a llamar a los pacos, los van a bajar a todos del bus y se van a quedar tirados" ....segundos eternos de silencio, nadie decía nada.

La vieja reclamona hizo buenas migas con el viejito cuidador y entre los dos exigían llamar a los pacos. Nadie les dió pelota, más que para hacerlos callar. Después de un rato, la sandía fue devuelta... todos cagados de la risa.
¿Qué tan grave es robarse una sandía por puro huevear?

Está de más decir, que el personaje autor de este hecho (jajaja que policiaco), quedó bautizado como "el sandía" para el resto del viaje. Tiempo después, me lo encontré en San Felipe y en vez de saludarlo por el nombre, le grite desde el otro extremo de la Plaza local: "Bueeeena sandía". Es la fuerza de la costumbre, o en realidad el estigma de las tallas y de las historias que suceden; que muchas veces aparte de recuerdos -ya sean buenos o malos- dejan más de un sobrenombre.

Continuará...



k te puedo decir po amiga ... un reto por amparar el terrorismo frutal ?? no lo creo conosco su honestidad ... no creer k el bebestible se acabo en angostura ... no lo dudo si ute es master solo keda esperar la segunda parte de la historia y confrontar las versiones de Morgan k dice tener algo mas k decir al respecto jajajajja...  


muy entrete tu historia.  


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