¿Y que dijo el otro?

Mi Yayita:

Te escribo en un momento de dolor total. No sólo porque ayer los che de Pepe Cortisona nos ganaron, nó sólo porque el árbitro nos saqueó. Te escribo con el dolor de mis patas molidas, de mi cabeza rota y mi único par de chancletas destrozadas. Mi reina, me sacaron la conchatumadre, así, con todas sus letras. Que iba a saber yo que los pacos canadienses eran tan re agilaos. Que iba a saber yo que no me iban a dejar hacer un "Ceacheí" con el resto de los compipas chilenos que estaban en la galucha. Por la reflauta se veían tan re tranquilos estos gringos. Todo había sido paz y amor en estos días, de que llegamos con Garganta de Lata y Huevo Duro(a Ungenio González lo tuvimos que dejar en el aeropuerto porque el muy gil pensó que el pasaporte era una máquina que medía la altura y no un documento, si será hueón). Nos juntamos con otros chilenos, hasta con los de Buenas Peras habíamos hecho un pacto de no agresión por estar alentando a estos cabros, pero todo se salió de sí. Te contaré todo con detalles en esta carta, porque demás que han salido chamullos que el roto Quezada se va a encargar de difundir. Yo estaba en la galucha, enchuchao viendo el partido. Quedé plop con la expulsión del Gary y más aún con la del Curri. Estos che se daban mas vueltas que Pepe Cortisona cuando tiene que engrupirse a una mina. No dabamos más con tanta injusticia. Un loco guatón - que yo cacho era pariente de Tomate por el color de su cara- se metió a la cancha a pegarle su buen cornete al árbitro, pero no alcanzó y los mismos cabros de la Rojita lo sacaron para que no se lo llevaran en cana. Créeme que en un momento lo pensé, porque por la reflauta que se merecía un buen puñete ese Pujenbajen saquero, pero luego pensé en nuestro Pelotillehue y en lo que representa, asi que me quedé ahí no más.

Cuando terminó el partido, ví a todos tan re mal en la galucha, que me dije "uta, que puedo hacer para que esto cambie" y se me ocurrió meterme a la cancha para guiar un "Ceacheí", así igualito como lo hace el Huaso Peregrino cuando juega la Roja de los flojos (o sean los hueones grandes) en el Nacional: "Que buena idea Condorito, para que vean que el chileno sigue de pie en la adversidad". Así que me pasé, total la barrera era más chica que Coné, pero cuando me iba a alistar para el grito, veo que uno de los cabros estaba por pegarle el manso-ni-que-cornete al Pujenbajen, así que fui a rescatarlo. Corrí veloz, más veloz que cuando apilaba rivales en el glorioso Pelotillehue F.C: "No hagai na cabroooo lesoooo" alcancé a gritar, cuando siento que una mole más pesá que tu madre, me pasa a llevar y me empuja. Caí al suelo, sentía puros gritos en inglés, así como furiosos. Abro los ojitos que Dios me dió y veo a un pelao que me grita "Fucking bird go out!" No se que chucha será eso, pero no creo que sea algo muy bueno, porque se veía enojado el gorilón.
La cosa es que me levanta de un sopetón y llama a otro loco más. Yo le trataba de decir en mi perfecto inglish: "No, no, socitou, peace, peace", pero no me pescaba ni en bajá el muy chuchesu...
Me sacan de dónde estaban los cabros y me llevan hacia donde estaba el resto de los chilenos. Ahí se me calmaron las pulsaciones, porque pensé que me iban a devolver a la galucha ó en el peor de los casos mi par de compipas saltarían a defenderme pa' por último salir corriendo con las "patitas pa' que las quiero". Las pelotas: Garganta de Lata estaba métale chupando pilsen en uno de los rincones del estadio y como el muy desgraciao es colorín, pasó por gringo. Por otro lado Huevo Duro estaba consolando a una chilenita bien buena moza, de buena delante.. bah digo presencia, así que ni pescó lo que estaba pasando en la cancha. Cuando caché que me sacaban del estadió para llevarme en cana, traté de escapar, me desesperé y patelié. Me tirarón al suelo otra vez, me pegaron su par de lumazos y sus patadas maleteras...pero lo peor fue que me trataron de sacar la cabeza ¡Imagínate me querían degollar! Ahi se me fue lo caballero y les saqué hasta la bisabuelita. De todo les dije al par de gorilones. Igual no se la pudieron mano a mano, como los choritos, me tuvieron que pegar a lo cobarde entre dos.
De ahí me sacaron y me llevaron a una pieza donde me dejaron sólo harto rato. Me tomaron los datos, amenazaron con deportarme. No me quieren dejar entrar más a un estadio acá y eso que el Celia me prometió una entrada. Dicen si, que me van a soltar luego. Ojalá porque ya tengo un retorcijón en la guata del hambre que me dió.

Bueno mi reina, le escribo esto para que se quede tranquila, pese a todo estoy bien, esperando que a Garganta se le pase la caña, para que me venga a buscar.

La quiero.

Condorito.


Pd 1: Demás que Doña Treme está contenta porque me pegaron, pero dile que sigo vivito y coleando.

Pd 2: A Cone, mandale un abrazo y que no se le olvide alimentar a Matías, ni pasear al Washington.

Cómo canasto de guatitas, cómo jalea sin fruta picada, cómo mi gata frente al secador, cómo elefante frente a un ratón. El estómago se entorpece, el ceño se frunce -y así se queda, por mucho tiempo-, el habla se vá y el pensamiento vuela ante las miles de opciones trágicas. Todo mal en el horizonte, la esperanza que se arrancó por la puerta de atrás. No hay ganas de compartir, no hay ganas de reír, no hay ganas de salir. Solo dormir y dormir, infinitamente ó hasta que todo pase. Evadir... ¿sirve? Para nada. No hay salida fácil ni tampoco hay más de una. Cara a cara, nada más. Esperar, depender y jugarse la última carta, esa que ya no está porque la utilizaste el año pasado. Manos extendidas con un corazón en ellas. El mío. Ese que no da más, ese que no quiere más guerra.






Pd: Mecargaescrubirestetipodehuevaditasseriotasartishticashashiperoesloquehay.